viernes, 25 de mayo de 2012

Carta 15


Al cazador que yo creí dormido,

Y aquí estamos una vez más. Tú, glorioso y exultante, me miras con soberbia, sabiéndome débil, esclavo de tus designios y caprichos. Yo, derrotado y consumido, te miro tirado, aún sin fuerzas, sobre el campo de batalla. No hay forma de parar el ansia que me corroe. No hay un lugar en el que poder descansar, en el que escapar de tu influencia. Acabas encontrándome, me susurras palabras directas a mi ser, y no puedo sino entregarme a ti y a tu sonrisa hecha de excesos.

Cómo quisiera ser capaz de sentirme bien sin tu presencia. No extrañar el sonido de tu cuerno, el tacto de mis garras arañando la piel de nuestras presas. Yo no nací para esto, pero cada vez me atraes más a tus sombras hechas de pecado, te lanzas en picado desde la cornisa de la cordura y yo no puedo sino fundir nuestros cuerpos en un abrazo y saltar contigo.

¡Déjame en paz de una vez! ¡Que quiero ser capaz de ver la luz, de tener la voluntad de ser feliz sin necesitar tu voz que suena como la de todos los amantes! ¡Que quiero poder ver la luz del sol, entregarme a ella, sonreír y sentir que puedo encauzar mi existencia! ¡Me detesto tanto cada vez que acudes a mí, no, que YO acudo a ti, cada maldita vez que busco tu nombre en mis labios, tus manos guiando las mías hacia las formas de nuestra nueva presa, tus pasos dictando el camino de los míos hacia un nuevo exceso!

Hay veces en las que me siento un ser patético. Pero ya lo ves. Al final, lo único que me queda es someterme a ti, darle la espalda al ayer, y cerrar los ojos frente al mañana. Que mi tacto se encargue de todo por hoy. Que mi hambre se sacie en el presente simple de indicativo, pues para mí… En este momento… Para mí no existen más tiempos verbales.

Sin más, me despido.

V. S.

2 comentarios:

  1. Parece que el unicornio forma parte importante de tu simbolismo, ¿me equivoco...?:)

    Me transmite un desafío apasionado, un amor violento, y al mismo tiempo parece una intensa llamada a la independencia. Con una prosa rica y metafórica para no dejar indiferente.

    Escribes apasionado y apasionante.

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  2. En efecto, el unicornio es uno de los elementos con más carga simbólica dentro de mi perturbada mente. Me alegra que te trasmita todas esas sensaciones. Así es un poco como soy yo, un ser que clama por la independencia y que a la vez no sabe vivir desencadenado, un demente que no entiende el amor sin violencia.

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