lunes, 9 de enero de 2012

Fuimos como dos veleros
separados por mares
y por los mares unidos
durante este navegar.

Tu rumbo lo marcó el Céfiro,
el mío el Noto implacable.
Sin embargo, por el Bóreas
nos volvemos a encontrar.

Mis viajes por los océanos
me forjaron capitán.
Ahora, con mis remeros
no volverás a escapar.

No habrá viento que que te aleje,
tampoco divinidad.
Deja que nuestros navíos
naveguen juntos sin más.



Gracias por aparecer de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario